Yoga para principiantes: Bhramari Pranayama o La Respiración de la Abeja
¿Qué tienen que ver las abejas con el yoga? Seguramente os suena la postura de la rana, la del perro o la muy conocida posición de yoga del cobra. Pues bien, también se puede practicar Bhramari Pranayama, o conocido como Respiración de la Abeja, y os contamos sus beneficios sobre vuestro cuerpo y vuestro espíritu.
Hoy compartimos una práctica de yoga que nos invita a sumergirnos en la serenidad a través del suave zumbido de nuestra propia respiración.
Derivado de la palabra sánscrita Bhramar que significa "abeja" y Pranayama "respiración", practicar Bhramari Pranayama nos ofrece una serie de beneficios físicos, mentales y emocionales.
Esta práctica, simple y accesible para todos, independientemente de su nivel de experiencia en yoga, nos ofrece un camino hacia la calma y el equilibrio interior.
Esto son los pasos que nos ayudan a sumergirnos en la Serenidad con Bhramari Pranayama:
Preparación: Busca un lugar tranquilo y silencioso donde puedas practicar sin distracciones. Enciende velas de pura cera de abejas para crear una luz suave y cálida que promueva un ambiente relajante.
Posición del cuerpo para empezar: Siéntate en una postura cómoda y estable, como Sukhasana (postura fácil) o Vajrasana (postura del diamante). Coloca tus manos en Jnana Mudra, donde los dedos índice y pulgar se tocan, y el resto de los dedos están extendidos. Haz una respiración profunda para empezar a relajarte.
Posición de las manos: para practicar Bhramari Pranayama vamos a realizar el zumbido de la abeja ‘bzzzzzz’ gracias al Mudra (o gesto/sello de la mano yóguica) Shanmukhi.
In Shanmukhi mudra, cerramos las siete puertas para que podamos retirarnos de nuestros órganos sensoriales.
Estos son 2 fosas nasales, 1 boca, 2 oídos y 2 ojos.
Nariz – Para bloquear el olor,
Boca para bloquear el gusto y el tacto,
Oídos para bloquear la audición,
y los Ojos para bloquear la vista.
Respiración: Inhala profundamente por la nariz y exhala lentamente a través de tus labios cerrados mientras produces un suave zumbido, imitando el sonido de una abeja. Deja que el zumbido sea prolongado y suave, sintiendo su vibración en todo tu ser.
Escúchate por dentro: Repite este proceso varias veces, permitiendo que cada exhalación te sumerja más profundamente en un estado de calma y serenidad.
Esto ayuda a calmar la mente y a ver el mundo de manera más racional, en lugar de basarnos únicamente en cómo lo perciben nuestros sentidos.
Para terminar, dejamos de emitir el sonido y nos relajamos con las manos sobre las rodillas y nos escuchamos por dentro.
Como principiantes en meditación y técnicas de yoga, hemos encontrado que esta práctica es simple pero profunda. Puede ayudar a aliviar el estrés y mejorar la concentración. Esperamos que también te resulte interesante 🧘🏽♀️💚 🐝